EXPLICACION DEL ESTADO DE EXTASIS DEL VIDENTE MIGUEL ANGEL POBLETE POR MONSEÑOR GILBERTO ZULOAGA, VICARIO GENERAL DE LA DIOCESIS DE PEREIRA, COLOMBIA
Alfiler de Gancho clavado por Monseñor Zuloaga en la mano de Miguel Angel en la Aparición del 16 de Julio de 1987 en Peñablanca-Chile.
Durante el mes de Julio de 1987, hubo cuatro Apariciones de Nuestra Madre en el cerro Montecarmelo de Villa Alemana.
Monseñor Zuloaga estuvo presente en tres Apariciones y fue testigo de los éxtasis estigmas y otros hechos extraordinarios del vidente.
Luego de estar presente el día 16 de julio de 1987 en una de las Apariciones a Miguel Angel Poblete y queriendo cerciorarse de la veracidad de lo sobrenatural de estas manifestaciones, el mismo clava un grueso alfiler en la mano del vidente mientras este mantenía una conversación con la Santísima Virgen. Luego de finalizada esta Aparición, dio su testimonio sobre lo que había visto y oído, textualmente dijo lo siguiente:
Quiero hacer esta explicación. En los estudios del hipnotismo terapéutico, que es una ciencia muy antigua y que ahora se aplica en muchas naciones y después de haber yo personalmente haber estudiado hace como unos 15 años el hipnotismo terapéutico
En sus tres estados especiales; primero el estado letárgico; el segundo el estado cataléptico; y el tercero, estado sonambúlico y habiendo conversado precisamente con algunas personas muy allegadas aquí a estas manifestaciones que se salen de lo ordinario, quise hacer una comprobación en esta tarde. Yo estuve el jueves pasado aquí también y me di cuenta de varias cosas, conversando con ellos precisamente en el viaje que hicimos esta tarde de Santiago aquí a Montecarmelo, les dije como en un estado que se llama cataléptico la persona pierde toda sensación y que uno puede fácilmente, y yo le he hecho varias veces, atravesar con un gancho o con un alfiler la mano, la oreja o cualquier parte del cuerpo, sin que la persona en ese estado cataléptico sienta algo, no sienta dolor ni tampoco eche sangre; así lo hice y con un gancho he atravesado parte de la piel de la mano derecha de Miguel Angel, así se conservó hasta ahora, al sacarle el gancho que allí tenía prendido ha manado un poquito de sangre, pero solamente ahora, y queda una pequeña señal. Lo curioso es que él no se dio cuenta de esto, ni sintió absolutamente nada, ese es un estado especial que se llama cataléptico, pero lo especial de esto es lo siguiente: Uno puede colocar, yo podría con otra persona u otras personas colocarlas en ese estado que se llama hipnótico; primero letárgico y pasando al estado cataléptico y descenderla al tercer estado que se llama sonambúlico, pero eso se hace como se dice con una técnica especial; mientras el cuerpo no esté en ese estado, no se puede en manera alguna clavar ningún alfiler o por ejemplo arrimar una vela encendida o algo que queme el cuerpo porque la sensación es terrible, no así cuando se está en el estado cataléptico; ahora bien, hay un estado del cual hablan los místicos y los ascetas en la iglesia; es el estado extático o de éxtasis. En el estado de éxtasis el cuerpo físico nuestro pierde en cierto sentido, pierde el peso, adquiere más peso y eso ha sucedido aquí con el cuerpo de Miguel Angel que no han podido levantarlo, según me han dicho seis personas, estaba él precisamente en ese estado y al mismo tiempo estaba sufriendo los dolores de la Pasión de Cristo, esto ya no es natural, esto no es natural y yo quería darme cuenta de la diferencia de Miguel Angel en su estado extático y en sus conversaciones directas con una aparición que nosotros creemos en fe, se trata de la Santísima Virgen María. No solamente esto nos indica que se trata de algo que sale de los cauces de lo ordinario, sino que el cuerpo de él en la forma en que lo ha encorvado hacia atrás y en la forma en que él se balancea, eso tampoco es ordinario. En forma ordinaria él no es capaz ahora de hacer lo mismo, luego de trata de un estado que se llama extático propio de los estados místicos religiosos.
Que esto sirva a ustedes, tal vez un explicación un poco científica, pero quería demostrar que aquí están pasando cosas que no son ordinarias, son extraordinarias, que no son naturales, podríamos decir que se salen de lo natural.
Terminó Monseñor Zuloaga rogando a Nuestra Señora que como lo está haciendo en Medjugorge (Yugoeslavia) y como lo hizo en Lourdes y en Fátima, dé pruebas “ostensibles palpables de su visita a este Santo Lugar”.
Pruebas que en realidad se han dado ya en Peñablanca, en gran número y grandiosidad que exceden a muchas Apariciones.